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Los desafíos de Argentina frente a la cuarta revolución industrial

Por INPI Argentina

En la cuarta revolución industrial el conocimiento ha pasado a ser el bien más preciado para generar valor agregado, progreso económico y empleo de calidad. En Argentina se aprobó recientemente, por unanimidad en el Senado de la Nación, la Ley de Promoción de la Economía del Conocimiento (Ley Nº 27.506), lo que la convierte en política de Estado. Asimismo, el acuerdo de libre comercio que se ha cerrado entre Mercosur y la Unión Europea constituye una base sólida para la exportación de conocimiento desde las pymes y centros de investigación de la región.

Argentina cuenta con una estructura científica y de investigación que ha llevado a cabo importantes avances en diferentes áreas del conocimiento. Prueba de ello son, por ejemplo, nuestros tres premios Nobel en ciencias, la invención del helicóptero, el desarrollo del sistema de lectura de huellas dactilares para la identificación de personas, el bypass coronario, la transfusión sanguínea, el semáforo para personas no videntes y la legendaria birome. Más recientemente se han desarrollado en Argentina empresas como Mercado Libre, cuyo valor de mercado es de US$ 30.000 millones, Globant, Satellogic, Bioceres, y tantos otros casos. Pero para lograr un ecosistema innovador e incentivar a los emprendedores, se debe asegurar una protección adecuada al fruto de la investigación y la innovación. Se trata de una demanda de todos los actores que emprenden, investigan e innovan en nuestro país.

En la actualidad, como Argentina no es miembro del PCT, los emprendedores, los innovadores y las empresas argentinas deben tramitar tantas solicitudes de protección para sus inventos como cantidad de países donde quieren protegerlos, a un costo elevadísimo. En cambio, mediante el sistema de cooperación PCT los registros se tramitan mediante una sola solicitud inicial pudiendo designarse hasta 152 países para la protección. Esta fase de presentación inicial PCT, tiene un costo aproximado de U$D 5.000, mientras que, realizar la presentación de una solicitud de patente por fuera del sistema PCT, en hasta 50 países, tiene un costo estimado de U$D 150.000. Esto es, no menor a los U$D 3.000 por cada país.

Una vez ratificado este convenio en Argentina, tendrá un efecto inmediato y, además de la reducción de costos, resultará en una simplificación de la presentación de solicitudes, la búsqueda y el examen de patentes para los emprendedores e innovadores argentinos en todos aquellos países miembros del acuerdo. Además, facilitará la divulgación y la transferencia de la información tecnológica contenida en las solicitudes.

Es importante aclarar y enterrar definitivamente un mito instalado en el inconsciente colectivo de algún sector productivo y este es que el PCT no  concede «patentes internacionales»: la tarea y la responsabilidad de conceder el derecho de patente compete de manera exclusiva a las oficinas de cada uno de los países donde se busca la protección o de las oficinas que actúan en nombre de esos países (las llamadas «Oficinas designadas») y la nuestra detenta una de los más altos estándares, resultado de la dedicación de los funcionarios, examinadores y empleados.

Sin embargo, el PCT facilita la presentación de solicitudes de patentes a nivel mundial: una única solicitud internacional tiene el mismo efecto que una solicitud de patente nacional en cada país miembro del sistema. Solo al cabo de un plazo de treinta meses el solicitante deberá decidir en qué países continúa con el trámite de solicitud, en lo que se conoce como “fase nacional”. Por contrapartida bajo el sistema de registro vigente en la Argentina, el plazo para decidir en qué otros países tramitar solicitudes es de sólo doce meses.

La ausencia del acuerdo genera en Argentina una desventaja competitiva notoria (económica y de tiempos) para los inventores y emprendedores nacionales respecto de sus pares de la región, quienes al tener acceso a este instrumento obtienen protección en forma más rápida, económica y eficaz.

En Argentina, el PCT tuvo sanción favorable de la Cámara de Senadores en 1998, y luego se giró a la cámara de Diputados donde aún no ha sido tratado, si bien tiene estado parlamentario de acuerdo a lo previsto por la ley 13.640.

El próximo 5 de septiembre se realizará un seminario en el Honorable Congreso de la Nación de Argentina con participación amplia de diputados y actores interesados en la sanción de esta ley que, sin duda, beneficiará a los innovadores y pymes que exportan conocimiento. Es de esperar que nuestros legisladores adviertan el enorme beneficio que traerá a nuestros innovadores e inventores que la Argentina ratifique el Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) y sancione la ley cuanto antes.