Nuevos desafíos para la cooperación PROSUR
Por Ivo Gagliuffi
Para muchos de nuestros países que están buscando sustentar el crecimiento y desarrollo económico y social apostando decididamente por procesos de inversión en la ampliación de conocimientos, en innovación y, por ende, en el recurso o talento humano, sin duda alguna la propiedad industrial se convierte en una pieza clave que puede permitir repotenciar y multiplicar los beneficios y resultados esperados de dichos procesos. Tanto las marcas, las patentes o los diseños industriales, entre otros, deben apuntar a convertirse en herramientas de obligatoria exploración o uso, en particular a nivel de las actividades de emprendimiento y de generación de nuevos productos o procesos con potencial de impacto en el bienestar de los diferentes sectores nacionales.
Precisamente, el espíritu de la labor de un sistema como PROSUR es el de contribuir con el citado objetivo a través de un trabajo articulado, colaborativo y de beneficios mutuos que impulse un mayor desarrollo y explotación de la propiedad industrial a nivel de nuestra región, lo que ayudará a reducir progresivamente las brechas de utilización que se observa en comparación con otras zonas en el mundo (Norteamérica, Europa y Asia).
En ese sentido, desde la presente presidencia protémpore que corresponde al Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) de Perú, y luego del consenso respectivo con las demás oficinas PROSUR, en los próximos doce meses estaremos continuando con el Patent Prosecution Highway (PPH), un instrumento que simboliza la integración o cooperación regional cuyo fin es mejorar la eficiencia de los servicios de las oficinas que conceden patentes, en donde el beneficiado directo es el actor de innovación. Ello vendrá acompañado de una mayor difusión de este acuerdo para el aprovechamiento de nuevas oportunidades comerciales en los países PROSUR.
Asimismo, concretaremos el lanzamiento del formulario regional de solicitudes de marcas, a través del cual se busca generar un formato común para requerir protección marcaria, inicialmente considerando a Chile, Uruguay y Perú como países piloto. Del mismo modo, se impulsará una nueva edición del Concurso de Inventos Patentados – PROSUR, que en su primera versión generó gran expectativa y participación, con resultados muy auspiciosos. Además, se emitirá un nuevo boletín de tecnologías de dominio público, enfocado en esta ocasión en el tema de género y propiedad intelectual, como una forma de resaltar la labor y contribución de las investigadoras e inventoras al desarrollo de la región.
Finalmente, durante el mandato protémpore coordinaremos el trabajo para la postulación de PROSUR, en su tercera etapa, ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ello resultará un hito clave para la aspirada renovación de la confianza en este espacio de articulación que ha ido creciendo en interés y actividades entre las oficinas de propiedad industrial de América del Sur y Centroamérica/Caribe en los últimos años.
No cabe duda que todos estos son retos muy importantes. Pero debemos también ir sentando las bases para nuevos desafíos de cooperación entre nuestros países. Aún hay un largo camino por recorrer para que la propiedad industrial sea parte intrínseca de la agenda de desarrollo de la región. Cuenten con el Indecopi y Perú para lograr que así sea.